En una actualidad tan linkedinizada, esa palabrita usada para hacer nuevos contactos está por todos lados. Aparentemente, si no lo hago estaré perdido. ¿Qué tan cierto es eso?
A mi tampoco me gusta el networking. En cada reunión busco una cara conocida y me voy ahí, no busco gente nueva. Si no hay conocidos soy ese que está al lado de la columna esperando a que el evento comience para esconder mi soledad con mi actividad reporteril. Cuando termina la reunión no converso con nadie (si no conozco a nadie), simplemente ataco los sanguchitos, las gaseosas (a pesar que mi doctor me ha dicho que las deje) y paso a retirarme. En mi camino a la salida agradezco a quien me invitó y salgo a la calle a pedir mi taxi por aplicación. Me subo, me pongo los audífonos (porque generalmente el taxista no escucha música que me agrade) y envío un mensaje a la casa diciendo que ya estoy en camino. Nada más.
Yo tampoco he sido muy bueno con el networking. Siempre he creído que el trabajo de uno debería hablar por si mismo y andar tirándome flores frente a otros siempre me ha dado pudor. También es cierto que los tiempo cambian y las personas también, y da molestia tener que adaptarse al cambio.
Creo que en la circunstancia de tener que socializar por trabajo, paradójicamente, lo mejor es no hablar de trabajo. Hablar de cualquier otra cosa: la serie que viste, algo que te pasó, una cosa que te llamó la atención, algo que quieras compartir... Tan pronto hablas de trabajo, la conversación parece una competencia de logros y al final de la reunión, no tienes idea con quién has tratado. En cambio, si hablas de lo que te gusta, traes a la persona a tu orilla, o tu vas a la suya, algo hace click.
A lo mejor la otra persona te responde también "I don't belong here" y al final de la noche están cantando juntos "But i'm a creeeeeeeeep, i'm a weirdoooooo"
A mi tampoco me gusta el networking. En cada reunión busco una cara conocida y me voy ahí, no busco gente nueva. Si no hay conocidos soy ese que está al lado de la columna esperando a que el evento comience para esconder mi soledad con mi actividad reporteril. Cuando termina la reunión no converso con nadie (si no conozco a nadie), simplemente ataco los sanguchitos, las gaseosas (a pesar que mi doctor me ha dicho que las deje) y paso a retirarme. En mi camino a la salida agradezco a quien me invitó y salgo a la calle a pedir mi taxi por aplicación. Me subo, me pongo los audífonos (porque generalmente el taxista no escucha música que me agrade) y envío un mensaje a la casa diciendo que ya estoy en camino. Nada más.
Yo tampoco he sido muy bueno con el networking. Siempre he creído que el trabajo de uno debería hablar por si mismo y andar tirándome flores frente a otros siempre me ha dado pudor. También es cierto que los tiempo cambian y las personas también, y da molestia tener que adaptarse al cambio.
Creo que en la circunstancia de tener que socializar por trabajo, paradójicamente, lo mejor es no hablar de trabajo. Hablar de cualquier otra cosa: la serie que viste, algo que te pasó, una cosa que te llamó la atención, algo que quieras compartir... Tan pronto hablas de trabajo, la conversación parece una competencia de logros y al final de la reunión, no tienes idea con quién has tratado. En cambio, si hablas de lo que te gusta, traes a la persona a tu orilla, o tu vas a la suya, algo hace click.
A lo mejor la otra persona te responde también "I don't belong here" y al final de la noche están cantando juntos "But i'm a creeeeeeeeep, i'm a weirdoooooo"